sábado, 11 de mayo de 2013


Algunas cosas tienen que ser creídas para ser vistas. No toda distancia es ausencia, ni todo silencio es olvido. Cuando el corazón está convencido nunca se equivoca. Y el arte de amar es en gran medida el arte de la persistencia y un poquito de paciencia. Todo gran amor comienza con una pequeña historia improbable. Y cuando ha pasado el tiempo, percibes cuánto azar hubo en el principio de todo. Siempre deja que la realidad se haga ella a sí misma. Deja que todo fluya naturalmente en la forma que desee. No fuerces lo que ha de ser o no ser. Pero recuerda, que siempre acabamos llegando a donde nos esperan.


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