Educar la mente sin educar el corazón, no es educar. No es suficiente con tener un corazón, también se necesita saber cómo utilizarlo. El corazón de una persona es un don frágil que hay que sostenerlo con ambas manos. Te sentirás en conexión con el mundo si te ocupas en sembrar afectos. Por lo mismo trata con respeto a todo el mundo. Ninguna persona es demasiado grande para ser amable, pero muchas son demasiado pequeñas para serlo. Al final todo el mundo necesita un poco de amor, mucha esperanza y fe inquebrantable… Y recuerda que los abrazos son el lugar perfecto para vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario